José María Laso
Prieto
El temible George W.
Bush
En Mundo Obrero
- Nº 114- Marzo de 2001
Texto tomado de la Edición
Digital de Mundo Obrero
Con motivo de la asunción de la presidencia de los EE.UU.
de América por George Bush, se plantean diversos interrogantes
que, de una u otra forma, afectan a toda la población mundial.
Las deficiencias del sistema electoral del país hacen dudar
de su legitimidad. Con menor número de votos totales que Gore,
tuvo también, quizás, menos votos electores, ya que
la actuación partidista del Tribunal Supremo impidió
completar un recuento que descubría muchas irregularidades.
Por otra parte Bush ha sido, con mucho, el gobernador de Tejas que
más sentencias de muerte ha confirmado. Casi doscientas y no
ha indultado a nadie, ¡Inquietante detalle que define su pretendido
"conservadurismo compasivo". Durante su campaña electoral,
pretendió que iba a constituir un gobierno equilibrado de todas
las tendencias políticas. Sin embargo, al final ha formado
un Gobierno tan encorado hacia la extrema derecha que tiene graves
problemas para su confirmación por el Senado. En ese sentido,
es significativo su nombramiento de Jhon Ashcrofst como fiscal general
de los EE.UU. Es decir, un militante de la extrema derecha que además
de racista y antifeminista se benefició, para sus fondos electorales,
de una empresa contaminante. De una limitada cultura, se empieza también
a dudar de su capacidad intelectual. Hay ya quienes sostienen que
Bush, al igual que su predecesor Ford, es incapaz de masticar chicle
y pensar al mismo tiempo. Todos estos datos son para preocupar a sus
compatriotas, pero todavía es más temible para el resto
del mundo. George Bush, al igual que su padre, es un radical partidario
de que los EE.UU. asuman con dureza su función de gendarme
mundial. Por el contrario los pueblos de Cuba e Iraq. El último
claramente genocida, si no se olvida la muerte de millares de niños
que ha ocasionado. Quienes pudieran tener dudas acerca de ello, pueden
leer el amplio trabajo que el año pasado publiqué, con
el título de "Causas y efectos del genocidio que sufre
el pueblo iraquí", en el nº 183 de la revista "Utopías-Nuestra
Bandera". Tal trabajo es producto de un viaje solidario que realicé
a Iraq, en 1999, y de la abundante documentación testimonial
que recopilé procedente de muy diversas fuentes. También
en 1998, se supo que, con sólo media hora de anticipación,
Clinton suspendió un bombardeo masivo que, en dos fases, habría
ocasionado en Iraq más de 10.000 víctimas humanas. Son
datos facilitados por la propia CIA. Según informaciones fidedignas,
procedentes de la Casa Blanca, Clinton quedó muy disgustado
por él hecho de que una carta del secretario general de la
ONU frustrase su plan de ataque. Todavía el expresidente de
los EE.UU. no ha presentado excusas al Gobierno del Sudán por
haber destruido injustificadamente -también mediante un bombardeo-
su principal fábrica de medicamentos y abonos. Y ello a pesar
de que la misma CIA ha reconocido que cometió un error al responsabilizar
a los sudaneses de los atentados contra embajadas de EE.UU. en África.
Si Clinton ha actuado así, durante su mandato, ¿qué
es lo que hace todavía más temible al que ahora inicia
George Bus?. Por lo pronto, la de ser un fiel servidor de las pautas
que impuso su padre, y su deseo de superar en dureza a éste.
Como se recordará, Bush padre, después de su triunfo
en la Guerra del Golfo, declaró en su discurso ante el Congreso
de los EE.UU., conmemorativo de tal victoria, que "sólo
los EE.UU. tenían la entereza oral y la fuerza material para
gobernar el mundo". Así actualizó el denominado
"Destino manifiesto" de los EE.UU. para actuar de gendarme
mundial. Se pasó con ello de "la estrategia de las cañoneras"
británica, a que EE.UU. actúe como un gendarme mundial
único y con instrumentos bélicos mucho más sofisticados.
¿Qué es lo que hace a Bush todavía más
temible que a Clinton a pesar de que se le atribuye cierto aislacionismo?
El hecho de que se apoya en la extrema derecha de los EE.UU. y que
desea vehementemente no incurrir en algunas "debilidades"
que se atribuyen a Clinton. Si retira tropas de los Balcanes, será
para apoyarse más en la OTAN. En tal alianza bélica,
cuenta ya con servidores incondicionales capaces de realizarle el
"trabajo sucio". Incluidos los que todavía niegan
que exista relación causa-efecto entre el uranio empobrecido
y las enfermedades letales que padecen las tropas que sirvieron en
Bosnia y Kosovo. Los EE.UU. tuvieron que admitirlo respecto a la Guerra
del Golfo y sólo es cuestión de tiempo que tengan que
hacerlo -por el período de incubación- respecto al denominado
"Síndrome de los Balcanes".
